A diferencia del
Bullying, en que el acoso a la víctima se produce en un espacio concreto y
conciso: escuela, instituto o camino de casa al centro; en el Cyberbullying,
con las posibilidades de las nuevas tecnologías, el victimario puede cometer
sus ataques en cualquier momento, 24 horas al día, 7 días a la semana.
sábado, 24 de noviembre de 2018
Desequilibrio de poder en el ciberbullying
Esta característica en
el Cyberbullying puede devenir tanto por la indefensión de la víctima ante las
agresiones como advenir por el anonimato tecnológico. La persona no puede hacer
nada contra la agresión, no puede eliminar una foto o un video de Internet que
ya ha sido difundido.
El Cyberbullying, al
igual que el Bullying, necesita que la agresión se reproduzca más de una vez.
Podemos entender la repetición en el Ciberbullying si la agresión es vista
varias veces por otras personas o por los propios implicados. Esto es, si se
sube una sola fotografía de una persona siendo visualizada por otras 50, la
repetición está garantizada.
¿Qué hacer si se detecta ciberacoso?
En el caso de detectar una situación de éste tipo, es necesario establecer una comunicación fluida con el alumno y su familia, haciéndole ver que está viviendo una situación inmerecida de la que el menor no tiene la culpa, ayudando a denunciar el caso y haciendo sentir un apoyo continuado. Resulta imprescindible enseñar y contribuir a recaudar pruebas del acoso (como por ejemplo capturas de pantalla o empleo de programas que graben las conversaciones), con el fin de probar su existencia.
¿Cómo lo podemos prevenir?
De cara a detectar casos de ciberacoso, algunos indicios que pueden resultar útiles serian la monitorización y vigilancia de cambios de hábitos y del uso de dispositivos con acceso a Internet (incluyéndose la ocultación cuando se los usa), faltas de asistencia a clase, abandono de actividades predilectas, reducción drástica del rendimiento escolar, cambios en la manera de comer, variaciones de peso, vómitos y diarreas sin motivo aparente, ausencia de contacto visual, miedo a los recreos, cercanía excesiva a los adultos, apatía, o falta de defensa ante bromas que pueden parecer inocuas.
¿Qué le ocurre a la victima del ciberbullying?
Muchas de las víctimas son coaccionadas para mantener la ley del silencio por miedo a las consecuencias de denunciar. Esto causa un descenso del rendimiento escolar, que a su vez retroalimenta el descenso de autoestima. Las víctimas de ciberbullying continuado también perciben menor apoyo social, y a la larga se dificulta la futura vinculación afectiva con terceras personas, inhibiéndose el desarrollo social.
Tipos de Ciberbullying
En el caso del ciberbullying, las estrategias para dañar a alguien pueden utilizar todas las potencialidades de la red, desde las fotografías almacenadas y fácilmente difundidas hasta el uso de grabaciones de voz o de fotomontajes.
Ejemplos claros son las fotografías y vídeos hechos y publicados sin consentimiento con el fin de chantajear o humillar, amenazas directas a través de diversas plataformas o páginas webs creadas específicamente para ridiculizar a la víctima.
¿Qué es el Ciberbullying?
El ciberacoso o ciberbullying es un subtipo de bullying indirecto que se lleva a cabo a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías. Como en todo tipo de acoso escolar, este tipo de interacción se basa en la emisión de una conducta de forma intencional con el objetivo de dañar o vejar a otra persona, estableciendo una relación de desigualdad entre ambos sujetos (es decir, teniendo dominancia la persona agresora sobre la agredida) y siendo estable en el tiempo.
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